Innovación y diseño en la «Tacita de Plata».
Para todos a los que nos gusta el diseño, es una joya moderna con impresionantes vistas a la bahía desde cualquier punto: sus terrazas, sus diáfanas habitaciones, su exclusiva piscina o su relajante SPA.
Las habitaciones son espectaculares, todas con vistas al océano y con la cama de frente a un enorme ventanal.
La piscina de temporada está ubicada en el tercer piso y las instalaciones son magníficas. Bar, vistas impresionantes, tumbonas, camas balinesas, colchonetas, jacuzzi...
Las zonas comunes son un auténtico sueño, con motivos especiales en cada rincón.
El restaurante está a la altura de Paradores y permite disfrutar de una exquisita cocina con pescados y productos de proximidad. En una de las cenas, nos amenizó la velada un pianista en directo.
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